Luego de un exitoso recorrido por toda América del Norte en el año 2022, dos de las más importantes bandas de la década de los 80’s, anunciarían sus intensiones de llevar esta gira en conjunto al resto del mundo, iniciando con un recorrido por América Latina, a principios del 2023.
Manteniendo el concepto de «gira de estadios», el recinto elegido para este recital en la Ciudad de México, sería el siempre imponente Foro Sol, con capacidad de más de 55 mil espectadores, lo cual, a bote pronto, se sentía francamente sobrado para bandas como los «crüe» y los «lepps«, sin embargo, nos llevaríamos una grata sorpresa el día del recital, cuando este recinto registrara entradas agotadas justo a tiempo.
Los encargados de arrancar una velada llena de rock & roll, sería la banda mexicana Agora, ya más que expertos en sacar a adelante este tipo de actuaciones, con la tremenda responsabilidad de enfrentarse a un público que no siempre se caracteriza por su apertura y tolerancia, sobre todo con lo que respecta a bandas de la escena nacional.
Una vez más, el quinteto lograría ganarse el respeto del público con su peculiar propuesta cercana al llamado «metal progresivo», que evidentemente dista mucho del rock más tradicional de las bandas estelares, lo cual nunca ha sido impedimento alguno para esta banda para plantar cara y darse a conocer a decenas de miles de personas, las cuales sin perder la cabeza, les brindarían una cálida recepción, tras una actuación relámpago, que como siempre acabaría resultando más que eficiente, en la que interpretarían lo más selecto de su repertorio, en conjunto con un par de cortes destacados de su más reciente placa, «Imperio» aparecido en el 2020.
Luego del calentamiento, comenzarían los preparativos del equipo técnico de la banda originaria de Sheffield, Reino Unido, quienes se encuentran presentando nuevo material discográfico, con «Diamond Star Halos«, el cual más allá de la recepción que pudo haber tenido, sencillamente ha resultado de lo más flojo que la banda liderada por Joe Elliot haya lanzado desde «X» a comienzos del nuevo milenio.
Aún así, Def Leppard decidirían dar una debida representación a esta nueva obra en su repertorio, luego de crear expectativa al usar como introducción su versión del celebérrimo tema «Heroes» de David Bowie durante el conteo regresivo previo a su aparición, abriendo con un nuevo tema, «Take What You Want«, que al contar con la ventaja de ser el corte inaugural que rompe el hielo, acabaría brillando con una gran recepción por parte del público, ante un más que satisfecho Elliot, que cumplía un objetivo al finalmente poder pisar el Foro Sol con Def Leppard por primera vez.
Para una banda como los «lepps«, que, a pesar de contar con una trayectoria que se extiende ya por cinco décadas distintas, por una u otra razón, su catálogo tampoco ha resultado ser demasiado extenso, ni cuenta con diferentes facetas qué representar, dependiendo fuertemente de los éxitos de albumes como «Hysteria» y «Pyromania«, con temas que acaban abarcando la mayor parte del repertorio, habiendo así realmente muy pocas variaciones en este a través de los años.
Sin embargo, para bien o para mal, esta sería la excepción, encontrándonos así, con lo que acabaría siendo, probablemente, el repertorio más balanceado que la banda haya logrado armar en mucho tiempo, teniendo, como mencionamos anteriormente, una destacada presencia de canciones nuevas como «Kick» y «This Guitar» (esta última como parte del pequeño segmento semiacústico cerca de la mitad del recital),en conjunto con el tema «When Love And Hate Collide«, no tan habitual en sus conciertos, al ser un corte realizado exclusivamente para la famosa recopilación «Vault» de 1995, además de permitirse rescatar el bien logrado tema «Promises» de un Def Leppard tardío, parte del injusta y constantemente ignorado «Euphoria» de 1999.
En lo que respecta al resto del repertorio, poco se puede decir más allá de que la banda sencillamente cumpliría al satisfacer la siempre imperante sed de clásicos, con celebérrimos temas como «Animal«, «Love Bites«, «Rocket«, «Hysteria» y «Photograph«, entre otros, brindando así los músicos, Phil Collen, Vivian Campbell, Rick Savage y Rick Allen un más que sólido acompañamiento a su líder, demostrando así una envidiable condición, de la que tristemente otros contemporánenos suyos no pueden presumir, de lo que se puede intuir que un eventual retiro de su parte, no parece probable en el cercano plazo, quedando así todos bastante satisfechos, con otra actuación cumplidora más de los británicos.
Por desgracia este mismo estándar no se mantendría con la banda estelar, la cual, por cierto se tomaría bastante tiempo en saltar al escenario, con un larguísimo preámbulo en el que el «Réquiem en re Menor K 626» de Wolfgang Amadeus Mozart retumbaría por el PA de todo el estadio.
Sin embargo, a pesar de la gran entrega del cuarteto angelino, su presentación acabaría dejando un sabor agridulce al seguir siendo incapaces de que su cantante Vince Neil recupere al menos un poco de la condición vocal que alguna vez le caracterizó.
Y esque a pesar de que la banda se viera obligada incluso a bajar el tono de todas las canciones así como incluso su velocidad, las carencias de Neil resultan manifiestas, no valiendo así la pena que la banda modificara tanto el sonido de las canciones, al grado de quedar casi irreconocibles en comparación con sus versiones originales.
Si bien Def Leppard, nunca ha sido una banda que se caracterice por invertir demasiado en sus producciones escénicas (con la excepción de su gira de 1987), los angelinos son el caso contrario, sin embargo, en esta ocasión se limitarían a desplegar las cada vez menos impresionantes y más estériles pantallas LED, teiendo ahora la premisa de ir, celebrando su supuesta «reunión», la cual quedaría manchada, tras la polémica de la expulsión de su guitarrista Mick Mars, haciendo todo el numerito del regreso luego de la falsa separación del año 2015, manchando ya demasiado la reputación de la banda, que ahora ha integrado a sus filas al guitarrista conocido como John 5, quien antiguamente había militado en las agrupaciones de Rob Zombie y Marilyn Manson.
El caso de Mötley Crüe es incluso más drástico que el de Def Leppard en lo que respecta al repertorio, pues no se puede decir que los angelinos tengan si quiera alguna joya oculta en su repertorio, siendo una banda que depende única y exclusivamente de su material más reconocido, el cual no por ello deja de ser eficiente, pero es por esa razón que no podíamos sino encontrar cortes como «Wild Side«, encargada de arrancar su presentación, además de temas más que reconocidos como «Too Fast For Love«, «Don’t Go Away Mad (Jus Go Away)«, «Looks That Kill«, una muy discreta versión de «Home Sweet Home«, «Dr. Feelgood«, y «Kickstart My Heart«, con tan sólo un par de añadiduras al repertorio con el clásico moderno que es «Saints Of Los Angeles» y el tema reciente «The Dirt (Estd. 1981)» compuesto especialmente para su película biográfica de la plataforma de «streaming» Netflix.
Sin embargo, en esta ocasión los «crüe» nos privarían de toda su extravaganza, no tendríamos así, uso de pirotecnia ni las locuras del aún hiperactivo Tommy Lee, cuya batería en esta ocasión no se despegaría ni 1 cm. del suelo, lo cual hubiera compensado satisfactoriamente la dudosa calidad de su actuación.
Por supuesto, lo rescatable de los angelinos es su siempre incuestionable disposición de conquistar al público, particularmente con el caso del bajista y fundador Nikki Sixx, quien acabaría echándose al respetable a la bolsa con una apasionada actitud escénica, decidiendo desde ese momento, que los «chicos malos del Sunset Boulevard» volverán a la brevedad al país azteca.
Si bien la ausencia de Mick Mars sí acabó repercutiendo en la calidad de la actuación del cuarteto, no se puede juzgar en absoluto al buen John 5, a quien talento no le falta, pero dadas las penosas condiciones de su ahora vocalista, se ve obligado acoplarse a sus estándares, lo cual no le impide tener al menos unos minutos para brillar, al poder despegarse e improvisar un poco cuando Sixx le presenta como nuevo integrante de la banda.
Es así que tras estas inconsistencias, nos quedamos poco satisfechos con lo realizado por los angelinos, recordando mucho más la actuación de sus invitados británicos, quienes parecen llevarse tremendamente bien entre bandas dicho sea de paso.
Luego de todo lo anterior, podríamos incluso llegar a concluir que tal vez la decisión de regresar a los escenarios, con el pretexto de su película biográfica, resultaría sencillamente deshonesta y más aún desacertada, pues quizás para Vince Neil, lo más indicado sería volver al retiro, pues sus condiciones muy lamentablemente no son las mínimas como para preservar el legado de las canciones de Mötley Crüe, las cuales en estas nuevas versiones han acabado siendo bastante opacas, y no había ninguna necesidad de despojarles del brillo y rapidez que alguna vez les caracterizó, ni tampoco de hacer quedar las escandalosas declaraciones de Sixx en el 2014 de que la despedida de la banda sería definitiva.
Aún así, no podemos dejar de sentir curiosidad sobre la posibilidad de nuevo material del cuarteto, el cual parece haber sido grabado ya con John 5 y contando nuevamente con la colaboración de Bob Rock como productor, esperemos pues tal vez ahora el trabajo en estudio se convierta en el fuerte de Mötley Crüe por que sus directos ya no son lo que alguna vez fueron.
Y eso ha sido todo por hoy, como saben, la siguiente entrega de esta serie de publicaciones, constará de las fotografías que pudimos captar en aquella ocasión.
Hasta entonces, los dejamos con el cartel del evento.